
Aunque la velocidad, como tal, nunca ha sido un factor determinante en los accidentes de tráfico (como sí lo han sido, por ejemplo, el alcohol, el cansancio o las distracciones al volante), en los últimos años hemos visto como las carreteras españolas se llenaban de radares y cámaras de seguridad con el único objetivo de cazar a conductores despistados (o no tan despistados) y recaudar dinero para llenar las arcas de la DGT. Seguramente hay algunos radares muy bien colocados, en puntos donde habitualmente suele haber concentración de accidentes. La gran mayoría, no obstante, están situados en autopistas y autovías con un claro afán recaudatorio. Visto lo visto, no es de extrañar que la policía (o, mejor dicho, las empresas que desarrollan este tipo de dispositivos) busque nuevas fórmulas con las que controlar lo que hacen los pobres conductores.
El último “invento” viene desde Alemania, donde una empresa de nombre ProContour ha desarrollado un sistema capaz de detectar si un neumático está desgastado en exceso. Básicamente, se trata de un dispositivo que, gracias a la interacción de una cámara de alta velocidad y de diferentes sensores láser, analizará los diferentes surcos del neumático, avisándonos si en el 75% de la superficie central de la banda de rodadura hay algún punto con una profundidad inferior a los 1,6 mm. El sistema es tan avanzado que es capaz de detectar si vamos con neumáticos de verano o de invierno, si las presiones son o no las correctas e incluso si los hay un desgaste desigual entre lado y lado del neumático. Su precio ronda los 50.000€ por unidad, una cifra que solucionaria muchos de los desperfectos que inundan la red nacional de carreteras del Estado, pero que seguramente acabará “invertido” en alguno de estos gadgets para goce y disfrute de las autoridades de Tráfico.

No obstante, sí que es verdad que un mal estado de los neumáticos puede darnos algún que otro susto, especialmente si las condiciones de adherencia no son precisamente las óptimas. De ahí a que sea una argumento más con el que la policía o la Guardia Civil pueda multarnos ya no estoy más de acuerdo. ¿Qué hay de las revisiones de la iteuve que debemos pasar cada cierto periodo de tiempo? ¿No es ahí donde se debe revisar ese tipo de elementos? La DGT argumenta que, en la actualidad, una cuarta parte de los coches que circulan por nuestras carreteras lo hace con las gomas en mal estado, lo que de alguna forma deja la puerta abierta a la implantación de sistemas como este en España. De momento, no obstante, no hay noticias al respecto. Donde no han tenido tanta suerte es en el Reino Unido, y es que de acuerdo con lo que apunta Auto Express, su implantación en las carreteras británicas parece ser cuestión de tiempo.
La pregunta que nos hacemos todos es ¿con qué objetivo? Oficialmente será el se salvar vidas, de eso no hay duda, aunque si utilizamos eso del “piensa mal y acertarás”, me da a mí que más de uno ya debe estar frotándose las manos: esos 50.000€ seguramente no tardarían muchos meses en amortizarse. Poco a poco, conducir se está convirtiendo en una auténtica carrera de obstáculos. A partir de ahora, tal y como apuntaba ayer mi compañero David, los radades españoles se dispararán a partir de 121 km/h, con lo que más nos vale circular con un ojo pegado al velocímetro y otro escaneando la carretera en busca de nuevos rádares. De tramo, de velocidad, de semáforo y, ahora, sensores que detectan el desgaste de los neumáticos. ¿Qué será lo próximo?
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